Llega Septiembre, el fin de las vacaciones y la vuelta al cole.
Si a los adultos nos cuesta volver a la rutina, ¿qué les pasará por la cabeza a los peques que van por primera vez al cole?
En este artículo te vamos a explicar en qué consiste el período de adaptación y una serie de trucos para que desde casa podamos ayudar a nuestros peques a afrontar esta nueva etapa de sus vidas.
¿Qué es el período de adaptación?
El período de adaptación es un proceso mediante el cual el niño o la niña va conociendo y adaptándose a un nuevo entorno para el o ella desconocido: la escuela o guardería.
Hasta este momento el pequeño se ha encontrado siempre en un entorno que le era conocido y con personas a las que identifica como su familia y de un día para otro se va a encontrar con un espacio que le es totalmente desconocido, con unos adultos que tampoco identifica y con niños y niñas que nunca ha visto.
Por eso es conveniente que en las guarderías y los colegios se realice un período de adaptación para que este cambio no sea tan brusco para el niño o la niña.
¿Cuánto dura el período de adaptación?
El tiempo varía en función del centro y suele oscilar entre las 2 y las 4 semanas.
Que este margen de tiempo sea lo estandarizado no quiere decir, ni mucho menos, que esto se corresponda con el período de adaptación de un niño o niña en concreto.
Cada niño es un mundo y el período que cada uno necesite para adaptarse a esta “nueva vida” será completamente distinto.
Hay niños que apenas necesitan período de adaptación, que debido a su carácter enseguida se sienten cómodos en su nuevo entorno. Por el contrario, hay otros niños a los que les cuesta mucho más adaptarse y afrontar este nuevo reto y requieren otros tiempos.
En la mayoría de los centros tienen en cuenta todas estas particularidades y si un niño necesita una adaptación más específica se la suelen ofrecer sin problemas.
Consejos para ayudar a los peques en su adaptación
A continuación, te cuento una serie de consejos o trucos que pueden resultarte de ayuda si te enfrentas a esta situación.
Ponernos en su piel
Aunque parezca obvio, lo primero que tienes que hacer es ponerte en la piel de tu pequeño.
Sin que lo haya decidido, va a acudir a un lugar nuevo, con gente que no ha visto en su vida, con otros niños llorando y separándose de su familia. Esta situación, a priori, no resulta muy apetecible, verdad?
Por eso el primer paso es entender que para tu peque esta situación le puede generar miedo o ansiedad y lo que tenemos que intentar es transmitirle es que va a afrontar una etapa muy bonita en la que va a conocer a gente nueva, que hará amigos y que aprenderá muchas cosas nuevas.
Actitud positiva
Los padres y madres tenemos un papel fundamental en la adaptación de nuestros hijos y es muy importante que esto lo tengamos muy presente.
Si te muestras preocupada, nerviosa o incluso triste ese estado de ánimo se lo estás transmitiendo a tu hijo.
Ponte un segundo en su cabeza, a mamá le falta poco para llorar cuando me va a llevar al cole, pues lógicamente el cole tiene que ser algo malo… Y ese precisamente es el mensaje contrario al que queremos mandar.
Por tanto, nuestra actitud va a jugar un papel muy importante en la adaptación del niño.
No engañarles
Es muy importante explicar al niño donde va a ir y que papa y mama no van a estar en el aula, como tampoco lo estarán el de los demás niños.
No puedes desaparecer en cuanto el niño se da la vuelta e irte sin que te vea. No puedes decirle “vete a clase que mamá viene ahora”.
Ponte otra vez en el lugar de tu hijo, estás de paseo con alguien, te paras un segundo a mirar un escaparate y cuando te giras tu acompañante no está. Evidentemente te preocupas, te angustias, pues lo mismo le va a pasar a tu hijo. Por eso, nunca le engañes, no “desaparezcas”, explícale que el se queda en el cole y que tú te vas a trabajar, por ejemplo.
Establecer rutinas
Es conveniente establecer rutinas que favorezcan la adaptación del niño.
Echarle a dormir pronto para que no le cueste madrugar.
La despedida es conveniente que sea rápida, que le des un beso al peque y le desees una feliz mañana porque si se alarga para él o ella será más difícil afrontar ese momento.
En la medida de lo posible que el padre o la madre le lleve al cole y también le vaya a buscar, algo que sin duda le dará mucha tranquilidad porque entenderá que papá o mamá se van pero siempre vuelven a buscarle.
Al hilo de la rutina es conveniente no introducir nuevos cambios en la vida del peque. Por ejemplo, quitarles el pañal o el chupete. Es preferible ir paso a paso y que el niño o la niña pueda ir asumiendo poco a poco cada nueva situación.
Paciencia
Tener paciencia es fundamental, no te enfades con tu hijo, no le riñas porque no quiera ir al cole o a la guarde.
No compares al niño con el de al lado, no le digas que el es el único que llora porque eso le hará sentirse peor. Cada niño es distinto y cada uno necesitamos nuestros propios tiempos.
Tampoco le hagas un chantaje emocional del tipo “si lloras mamá se pone triste” porque también le vamos a generar más presión.
Ármate de paciencia, es una etapa que para algunos niños puede ser dura, pero pasará. Así que no te agobies, y no le agobies.
Espero que estos consejos te sean de utilidad si tu peque y tu os encontráis en este momento tan importante para sus vidas.