¡Te propongo un viaje al pasado!
¿Recuerdas cuando eras pequeño qué querías ser de mayor?
Y ahora dime, ¿en qué les gustaría trabajar a tus hijos cuando crezcan?
Pues, aunque nos parezca mentira no han cambiado mucho las profesiones preferidas por los niños, y algo que me ha dado bastante que pensar es que tampoco han cambiado mucho las aspiraciones de ellos y ellas por separado.
Las niñas siguen queriendo ser profesoras o sanitarias, mientras los niños siguen manteniendo sus sueños en ser futbolistas o policías.
¿Tendremos algo que ver la sociedad?
¿Por qué las niñas no quieren ser futbolistas? Es posible que al no dar tanta importancia las televisiones al fútbol femenino, ellas no se vean reflejadas como una posible profesión.
¿Tú qué opinas?
Sí es verdad que hay dos profesiones que, aunque ellas las tiene más presentes, ellos también las tienen entre sus prioridades: médicos y profesores. Ambas están dentro del ranking de las preferidas de ambos sexos.
Pero si en algo coincide es que, según los estudios realizados, llevamos años que más o menos las preferencias no varían mucho. Nuestros padres seguramente que, cuando eran pequeños, también tendrían las mismas expectativas.
Curiosamente hay una profesión en concreto que antes estaba muy presente, pero que lleva bastantes años sin ser nombrada por los mas peques, ¿adivinas cual es?
¡Pues ser torero! Hace algunas décadas era muy común encontrar niños que quisieran ser toreros, pero actualmente no hay muchos.
¿Están los niños de ahora más concienciados con respeto hacia los animales?
Aunque tenemos las clásicas profesiones, también es verdad que poco a poco van surgiendo nuevas tendencias. Seguro que puedes imaginarte cuál es la nueva profesión que más crece… sí, es la de Youtuber.
Según la encuesta de Adecco Que quieres ser de mayor, Youtuber ya está dentro de las 10 profesiones favoritas, eso sí, de ellos. Al igual que informático es una profesión que cada vez se nombra más y es que los niños saben que la informática es un futuro laboral importante, pero vuelvo a preguntarme…
¿Y por qué ellas no?
¿Será algo relacionado simplemente con los gustos, o con la sociedad y sus estereotipos?
Aun así, los estudios indican una leve tendencia hacia la igualdad de preferencias en las nuevas generaciones, que van convergiendo en algunas de sus profesiones soñadas y dejando a un lado los estereotipos de género tan marcados hace décadas.
Cambio de ideas según van creciendo.
¿Crees que habrá muchas diferencias entre las respuestas de los peques de 4 años y los adolescentes de 16?
Lo lógico es pensar que sí debe haberlas, verdad? Un niño de cuatro años apenas sabrá lo que es ser informático o arquitecto
Lo normal es que los niños más pequeños tengan los gustos variados según los días, y se decanten principalmente por las profesiones que conocen, futbolista, policía, médico, profesor, etc… esos gustos irán cambiando según vayan creciendo y conociendo más salidas profesionales.
Pero la realidad es que muchos niños llegan a la adolescencia sin tener claro qué quieren estudiar, y puede llegar a ser un problema que genere ansiedad y frustración. Los currículos lectivos tienden cada vez más a definir antes las preferencias profesionales de los pequeños estudiantes, a través de optativas y orientaciones profesionales.
Una gran pregunta que se hacen todos los jóvenes a la hora de decantarse por unos estudios u otros.
¿Elijo mi vocación o trato de conseguir una buena salida laboral?
Es una pregunta que da muchos quebraderos de cabeza. Yo recuerdo esa etapa de la adolescencia con algo de angustia en ese aspecto….
Curiosamente la mayoría de estudios que se realizan cada año parecen indicar que los hombres tienden ser más pragmáticos y las mujeres más vocacionales.
¿Cuáles son las carreras más demandadas en España?
En la actualidad, las carreras relacionadas con la salud están viviendo un gran auge en su demanda. Y es que la pandemia del Covid-19 ha hecho que muchos jóvenes vean la Medicina o la Medicina como salidas profesionales de futuro y con buen reconocimiento social.
Otras carreras relacionadas con las ciencias, como Matemáticas o Física, tienen cada vez una mayor demanda y suelen copar las mayores notas de acceso año tras año. Las ingenierías son también valores seguros a ojos de los más jóvenes.
En el lado de las ciencias sociales y jurídicas, Derecho, Economía y Empresariales siguen manteniendo una alta demanda entre los nuevos estudiantes.
Por otro lado, hay dos estudios universitarios que reúnen la mayor cantidad de alumnos arrepentidos después de cinco años de finalizar los estudios: Turismo y Periodismo. Quizá sean dos profesiones un tanto idealizadas que chocan con una realidad más difícil de lo esperado.
Es muy curioso ver que, a la hora de elegir una carrera, los sueños que teníamos en la infancia parecen haber quedado relegados por opciones más prácticas y mejores aspiraciones laborales.
La FP, una demanda en auge
¿Sabias que en el 2020 las empresas han demandado más personal con FP que personas con grados universitarios?
Y es que en los últimos años ha habido un aumento considerable de la demanda de FP, tanto por las empresas como por los adolescentes que saben que tiene una buena salida profesional. Actualmente el problema con el que se están viendo muchas comunidades es que la oferta es menos que la demanda y muchos jóvenes se quedan sin plazas en los ciclos formativos.
La formación profesional más demanda es Administración y Gestión de Empresas (13.7%); Electricidad y Electrónica (8,9%); e Instalaciones y Mantenimiento (6,3%).
Sabiendo un poco los estudios actuales, los niños y niñas tendrán que luchar mucho para poder ser lo que actualmente quieren, ya que ni futbolista ni profesoras son las profesiones más demandadas. Especialmente en el caso de los pequeños futbolistas.
Pero la realidad es que a nuestros peques aún les queda mucho para decidir su futuro laboral. Sin duda es positivo que ellos piensen y se ilusionen cuando son pequeños, pero sin presiones, que ya tendrán tiempo de ver la realidad y decidir lo que hacer por sí mismos. Es un proceso de madurez.
Ahora les toca solo disfrutar y, por qué no, ¡soñar!
